Las recomendaciones son las siguientes:
- Estar cómodo. Lo más importante es que la persona se encuentre cómoda y a gusto durante la sesión.
- Evitar cosas que vayan apretadas. Si es posible es preferible no tener nada puesto que pueda apretar al cuerpo. Las cosas apretadas dificultan el fluir de la energía.
- Acceso a la zona de los hombros. En las sesiones presenciales, es interesante que el terapeuta pueda tocar la piel de los hombros para realizar la última parte de la sesión.
Los puntos mencionados son recomendaciones, no obligaciones, y van en orden de importancia. Es decir, que si el que el terapeuta tenga acceso a los hombros, va a conllevar perdida de comodidad por la persona, es preferible que se esté cómodo y aunque no se pueda acceder a los hombros.